Nada se logra sin esmero, mucho menos la felicidad matrimonial. Cada nivel cultural y social tiene su forma de felicidad matrimonial.
En esta sociedad del "TENER" SE CONFUNDE TENER CON FELICIDAD, por ello se hace tanto para que los hijos tengan o puedan tener y se hace tan poco para enseñarles a ser felices.
La intimidad matrimonial, base de la felicidad del matrimonio, no se mantiene con solo tener, es indispensable satisfacer lo psíquico y espiritual que no se agota, propio del ser humano y esto necesita un aprendizaje; entonces alguien que lo sepa decir como debe ser dicho, lo tiene que enseñar La intimida matrimonial no puede ser reemplazada por nada: fortuna, viajes, etc, etc. solo la intimidad matrimonial sustenta y nutre el matrimonio
Todo lo que el ser humano tiene de común con los animales se lo califica de instintivo, primitivo, etc, etc. pero todo ha sido perfeccionado, evolucionado por la inteligencia humana que conjuga instinto con inteligencia y nace el amor, humano exclusivo, que es lo único que mantiene también su exclusivo logro: el matrimonio
Cuanto más se perfecciona el hombre más se cuestiona su felicidad.
No dejar que los jóvenes se perfeccionen solo en el aspecto intelectual, que les dará bienestar económico, es necesario que esa evolución sea también espiritual que les forjará un temperamento equilibrado y así la suma de las dos formará jóvenes psicológicamente libres y sanos, sin angustia sexual ni libertinaje sexual que podrán mantener su felicidad en base a matrimonio estable con intimidad matrimonial normal que la preparación para el matrimonio les enseñará.
Estos jóvenes así preparados podrán comprender que en intimidad matrimonial las posibilidades son infinitas, porque se llega a lo espiritual que no tiene ni límites, ni monotonía.
La base de la felicidad matrimonial está en que los jóvenes tengan todos los conocimientos para vivir una intimidad matrimonial normal en toda su amplitud, profundidad y libertad. Que sepan que en la intimidad matrimonial está la felicidad que se esmeren y logren llegar a ella .
Cuando de dos interioridades se haga una sola en intimidad matrimonial, momento psicológico especial y único, al llegar al orgasmo de conciencia están sentadas las bases de la felicidad matrimonial; sin olvidar que el matrimonio es un desafio y una importante responsabilidad
La felicidad lograda no es permanente ni estable: se la debe atender y cultivar todos los días, ese es su precio porque- como pregona un excelente escritor- "aún las energías espirituales si dejan de ser practicadas pierden intensidad y facilidad de manifestarse".
Esta felicidad que mantiene al matrimonio, en parte la heredarán los hijos porque al hacer su propio matrimonio imitarán al de sus padres pero a los jóvenes alguien deberá explicarles la intimidad matrimonial y su evolución ya que nadie vive ni observa la intimidad matrimonial de nadie.
El enemigo de la intimidad matrimonial que genera felicidad, es la monotonía que rápidamente se alcanza en el plano físico con la rutina; por eso la mejor defensa contra la monotonía física es cultivar una gama casi infinita de excitaciones y lograr el plano psicológico en la intimidad matrimonial que ahora sí es inagotable, para lograrlo es necesario perfección somática y verdadero amor conyugal.
LA SOLUCIÓN ESTA DENTRO DEL SER HUMANO, EN SU INTERIORIDAD, LLEGAR A ELLA COMPARTIRLA EN MATRIMONIO, SE LLAMA AMOR Y SE GENERA EN LA INTIMIDAD MATRIMONIAL.
La intimidad matrimonial vivida así, uniendo dos interioridades, jamás será monótona ni agotable; es lo más propio y profundo del ser humano.
La felicidad matrimonial - no me cansaré de repetir- exige no solo la preocupación y atención permanente de los esposos en su aspecto social, personal sino también y es lo más propio, en su intimidad matrimonial que requiere no solo la superación física PARA CUMPLIR CON TODO EL PROCESO DE LA BIOLOGíA SEXUAL NORMAL SINO SU ELEVACIóN AL PLANO PSICOLóGICO COMO MÁXIMA MANIFESTACIÓN DE LA PARTICIPACIÓN ESPIRITUAL EN LA INTIMIDAD MATRIMONIAL PARA QUE ELLA SEA RACIONAL, HUMANA, DE ESPOSOS Y PRIVATIVA DE ESE MATRIMONIO
Ya no es sólo "tener relaciones", eso no es felicidad, no es matrimonial; eso es fisiológico y común a múltiples especies de animales, es instintivo, intranscendente, puede ser extra-matrimonial. Es necesario vivir la intimidad matrimonial y como un estímulo más, en lo físico, pueden los esposos en el deseo de compenetrarse más el uno con el otro, llegar a las relaciones sexuales matrimoniales mientras sus psiquis buscan unir sus interioridades con el diálogo de amor iniciado al ingresar en su intimidad matrimonial.
La relación sexual matrimonial debe no solo alcanzar el máximo nivel humano sino hacerse matrimonial y más, hacerse personal, exclusiva de cada matrimonio, llegar al espíritu, unir dos interioridades para que sea máxima entrega humana donde los esposos sientan su comunión espiritual en máxima libertad como en ningún otro momento de la vida: es el momento de ser esposos, entonces sí, no rutina, no monotonía y sí máxima mutua entrega y plena libertad que al agregar el don exclusivo humano LA PALABRA pronunciada en el momento culminante hace que los esposos participen en cuerpo, alma y pensamiento, no hay otra posibilidad de máxima mutua entrega, milagro de amor; los esposos crecen en el amor conyugal. Es el momento único, matrimonial exclusivo, sublimación conciente del amor conyugal. Alcanzada esta perfección todos los esposos se esmerarán para repetirlo; ASÍ VIVE Y SE NUTRE UN MATRIMONIO NORMAL.
ESTO SI ES LA SOLIDA BASE DE LA FELICIDAD MATRIMONIAL QUE ABARCARA TODA LA VIDA DEL MATRIMONIO, LA FAMILIA Y SE PROYECTARA A SU VIDA EN SOCIEDAD.
¡Qué lejos se está de la simple explicación de la fisiología sexual creyendo que con solo eso el matrimonio ya tiene la base de la felicidad!. Peor todavía- porque demuestra la ignorancia de muchos que escriben y afirman que para evitar monotonía - que es enemiga de la relación sexual matrimonial - basta con ir cambiando las formas y estímulos sexuales, etc. etc; eso es solo erotismo, un condimento, un estimularse más solamente. El matrimonio exige mucho pero mucho más como es el elevarse al plano psico- espiritual se alcanza el nivel racional, humano, matrimonial, personal (en este orden) donde la vivencia es tan fuerte, el diálogo de amor tan pleno, la contemplación de la belleza de la sexualidad tan agradable y el mutuo agradecimiento del encuentro vivido tan reconfortante que jamás habrá monotonía.
El sexo siempre es el mismo, la monotonía está en la mente, por eso sólo sentirán monotonía quienes vivan relaciones sexuales tipo instintivas, siempre siguiendo el mismo plan fisiológico estereotipado, igual; por eso los esposos preparados para el matrimonio prestan poca atención a la evolución de la excitación sexual (que han aprendido a prolongar en especial el esposo) mientras se deleitan contemplándose mutuamente, agradándose mutuamente y llegan a la palabra como el medio -exclusivo humano- de máxima penetración. Así viven y prolongan el orgasmo psicológico que es acompañado por el físico. ESTO SI ES HUMANO, MATRI-MONIAL, DE ESPOSOS, PERSONAL (propio de cada matrimonio no igual al de ningún otro matrimonio porque las palabras pronunciadas nunca serán semejantes en ningún otro matrimonio).
Todo este proceso de máxima dedicación y esmero de los esposos, cuyo beneficio es la felicidad matrimonial; necesita permanente superación, máxima mutua entrega para que de dos interioridades se haga una. El posterior diálogo de los esposos, de este episodio vivido, en mutuo agradecimiento no solo permite la evocación porque es efímera su duración, sino también modificar, mejorando todo lo pasible de modificar y hará que los esposos se sientan no solo felices sino seguros que la conducta de cada uno es la correcta.
Se repite: en toda esta demostración de amor conyugal el pudor y la individualidad jamás deben ser menoscabados.
La humildad, en la vida matrimonial, es una condición fundamental para la armonía y tal vez la mas difícil de practicar porque muy poco se la enseña, ni siquiera con el ejemplo, el reconocimiento de lo agradable de la intimidad matrimonial, su agradecimiento, los elogios tanto de parte de la esposa como del esposo forman parte del clima de cariño y da seguridad que lo actuado es reconfortable y valorado como demostración de amor conyugal y es el momento de saber si "algo" no es agradable a los dos necesitando ser modificado; ESTO ES HUMILDAD MATRIMONIAL. Así, con los años, los esposos saben qué intimidad matrimonial es la más agradable para ambos.
Cuando los novios deciden casarse deben saber que eligen un proyecto de vida para siempre y que se adaptará el uno con el otro en base al diálogo, humildad, confianza, adversidades, etc, etc. pero sobro todo amor.
Así el matrimonio es evolución, dinámico con miras a la perfección: aceptar que se cambia para ser esposa o esposo. ¡Cuantos nuevos sentimientos nacen y crecen en el afecto de los esposos! Sentimientos que no sabían que pudieran existir. Los esposos viven, actúan cada día en el escenario del matrimonio y como el artista buscan la perfección (mejorarse) teniendo por espectadores a los hijos que heredarán esa conducta matrimonial.
El matrimonio no es un hecho aislado, un simple cambio del estado civil: es un cambio total, completo que voluntariamente se ha asumido a sabiendas de todos los sacrificios que exigirá y cambios de conducta de solteros a casados. Es lo más importante logros del ser humano y debe llegar a lo más profundo de su ser, a lo psicológico, espiritual para que el cambio sea para siempre: es un cambio de interioridades. Esto se debe explicar y hacer comprender a los jóvenes: "matrimonio no es lo externo, lo que se ve, lo que en apariencia es matrimonio es secundario" Los esposos que no lo entienden así son los que forman matrimonio sin futuro. Lo verdadero, lo básico, lo fundamental es el proyecto de vida elegido y el deseo de compartir todo su mundo interior en máxima libertad, para toda la vida con la persona que se ama, aceptando el desafío de formar un matrimonio y armonizar una familia.
Por eso el matrimonio es capaz de tanto en todo sentido: de amor, de trabajo, de sacrificios, de evolución, de perdón, de alegrías, etc., etc., regido por leyes que son exclusivas de cada matrimonio y sin seguir un patrón de conducta de ningún otro matrimonio.
El matrimonio vive en máxima libertad -respetando pudor, individualidad, etc.- porque de dos interioridades se hace una sola donde conviven los esposos un instante pero ahí no hay horizonte es el infinito, no dolor, no angustia, no cuerpo, todo espíritu logrado por el milagro del amor conyugal.
Este logro alcanzado con tanta, humildad, dedicación, esmero, aceptando cambios, etc. no debe ser más que para la felicidad.
Menospreciar y peor aún desprestigiar el matrimonio es atacar la espiritualidad y solo puede hacerlo quien no lo merezca, por eso repito: si honramos al matrimonio alegramos al Señor, valorizamos los esposos, dignificamos los hijos y afianzamos la familia. Sin matrimonio la especie humana sería la mas terrible de las especies.
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