Pregoneros y apóstoles esa es nuestra misión | |
Donde quiera que estemos, pregonar la verdad, la rectitud, la generosidad junto a la palabra de Dios, dando testimonio de nuestra fe. | |
Cada uno de nosotros tenemos el deber de ser misioneros. No nos podemos conformar con ser católicos de Bautizo, de Primera Comunión, tal vez de Sacramento de Matrimonio... y de una llamada de urgencia al sacerdote cuando estemos a las puertas de la muerte y en algunas ocasiones tan solo por precaución: ¡no vaya a ser que de verdad haya "algo" después... Hay quién dice: - "Soy católico pero no practico". ¿Quién podrá decir soy tenista si no juego tenis?¿Quién podrá decir poeta, pero no hago versos?. Nuestra vida de fe nos lleva a poner en practica esa fe, mantenerla viva y que nuestra existencia tenga coherencia con lo que creemos. Tenemos una importante misión que realizar. Primero con nosotros mismos, buceando, sumergiéndonos en la palabra de Dios, preparándonos más a fondo en nuestra religión, no conformándonos con lo que aprendimos de niños y hoy la llevamos como asignatura prendida con alfileres y después, hacer esta labor de misioneros con los más cercanos, con los seres que amamos dentro del núcleo familiar. Así como velamos, nos interesamos y preocupamos por su estado económico, bienestar y salud física, así hemos de poner el máximo interés por transmitirles lo que nosotros llevamos dentro espiritualmente y también en el ámbito de nuestro trabajo y en el círculo social al que pertenezcamos. Recordando las palabras del Papa Juan Pablo II: "El don más precioso que la Iglesia ( y nosotros somos la Iglesia) puede ofrecer al mundo de hoy, desorientado e inquieto, es la de formar cristianos firmes en lo esencial y humildemente felices en su fe". También en el primera carta del Apóstol san Pablo a Timoteo: 2,1-8, nos llega este mensaje muy válido para hacerse presente en nuestros días: "Te ruego hermano, que ante todo se hagan oraciones, plegarias, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres y en particular, por los Jefes de Estado y las demás autoridades, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, entregados a Dios y respetable en todo sentido. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, pues El quiere que todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la verdad, porque no hay sino un solo Dios y un solo Mediador entre Dios y los hombres. Cristo Jesús, hombre El también, se entregó como rescate por todos. El dio testimonio de esto a su debido tiempo y de esto yo he sido constituido, digo la verdad y no miento, pregonero y apóstol para enseñar la fe y la verdad. Quiero pues, que los hombres, libres de odios y divisiones, hagan oración donde quiera que se encuentren, levantando al cielo sus manos puras". Pregoneros y apóstoles esa es nuestra misión. Donde quiera que estemos, pregonar la verdad, la rectitud, la generosidad junto a la palabra de Dios, dando testimonio de nuestra fe como la gran luz que ilumina al mundo. Pidamos desde ahora, por la preparación de todos los misioneros, que darán su tiempo y sobre todo su amor, en esta Semana Santa. Y que nosotros los acompañemos, si no podemos ir presencialmente, con nuestra oración para lleven a todos los rincones el Mensaje de Aquel que los ha amado tanto que ha dado su vida por todos. |
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