|
¿Y entonces para que debe ser el noviazgo? |
En el noviazgo todo lo que se pueda conocer y hacer con la pareja para mejorar la relación, serán acciones preventivas, conociendo así las verdaderas intenciones, sentimientos y formación de ambos.
En el noviazgo se debe decir lo que agrada y lo que no de la pareja, con la finalidad de corregir los defectos en lo posible. Si no hay voluntad de reconocer, aceptación y verdadera superación de ambas partes, en el matrimonio muchas acciones serán correctivas…no siempre con éxito.
El noviazgo es para conocer a la pareja, sus aficiones, cualidades y defectos, y no solo para idealizar lo “maravilloso” (a) que es ella o él, porque sin conocimiento uno del otro después habrá una villana y un ogro. “No idealices al ser amado, míralo como es, crudamente y sin anestesia”
Ambos deberán conocer el grado de generosidad, bondad, sencillez, gratitud, etc. O egoísmo, soberbia, envidia, así como el grado de autoestima. De todo esto depende en gran parte la felicidad de los dos. La decisión de formar una familia no depende solo del deseo, de la pasión o de la obsesión. La relación que solo se funda en estás tres circunstancias solo va rumbo al fracaso total tarde o temprano.
Teniendo conocimiento de la pareja en todo lo anterior, se podrá identificar la existencia del verdadero amor, así como la adaptación y aceptación en los defectos del otro (a). El conocimiento pleno y sincero así como el diálogo y la comunicación une más a la pareja. El desconocimiento o la falta de sinceridad hacen imposible la convivencia.
Lo importante en el matrimonio, no solo es una cara bonita o un físico atractivo o robusto, lo que en realidad importa, son los sentimientos y los valores. Eso es lo que hace verdaderamente valiosa y atractiva a una persona, ahí estará la felicidad de ambos.
Una persona egoísta, soberbia, envidiosa, conflictiva, con intensiones de conseguir ventajas para sí y con una nula autoestima, no es garantía de al menos un hogar estable.
El verdadero amor es perenne, y en el verdadero amor hallaremos: Bondad y generosidad sin importar nada a cambio, pero esto es recíproco. El verdadero amor da lo mejor de sí. Por eso el amor es un acto de voluntad y no un mero sentimiento, es una decisión responsable y madura.
El amor es enemigo de la envidia, de la presunción, del egoísmo, del enojo y del rencor.
El verdadero amor es dejar de pensar en sí mismo y de no buscar solo el beneficio personal.
Te voy a dar un consejo para que destruyas el amor: alimenta continuamente e incrementa tu envidia, presunción y orgullo, llénate de egoísmo e intolerancia. Sólo piensa en ti sin dar lo que quieres recibir y sumérgete en el enojo y el rencor hasta ahogarte.
Y por último, si quieres dejar de amar, sólo ve los defectos de los demás. Seguramente te encontrarás con el vacío y la soledad. De esta forma posiblemente tendrás la explicación del fracaso de muchos matrimonios y de decepciones personales.
En el noviazgo y en el matrimonio
El decir sí a todo en la vida de pareja, puede ser signo de debilidad y no precisamente amor. Hay que decir sí cuando es sí, y no cuando es no. Decir a todo sí puede ser también por temor de disgustar u ofender a la pareja, y esto con el tiempo dañará la relación de forma definitiva cuando llegue el fastidio o simplemente querer ser uno mismo para poder tomar decisiones propias, nadie puede vivir en constante represión.
Por el bien de ambos es necesario establecer de muto acuerdo, las reglas de convivencia. “Si la cuerda se tensa demasiado se puede romper, y si se afloja bastante puede provocar caídas”.
Desde el noviazgo es necesario…estar dispuestos a la adaptación (adaptarse no es tratar de cambiar a la persona) es acomodar ciertos hábitos, costumbres e ideas. Este proceso no fácil si no hay verdadero amor nacido de una decisión responsable y madura.
Para hablar de adaptación mutua de una pareja, es importante reflexionar que estamos hablando de dos personas con diferente formación, diferente forma de pensar, diferente forma de ver las cosas y una psicología nada comparativa.
No se debe tratar de cambiar a la pareja sino de buscar la afinidad (adecuación de caracteres, opiniones, gustos, etc.,) que existe entre los dos respetando la forma de ser de cada uno pero buscando dar lo mejor de sí y sobre todo la disposición de llevar una vida de pareja en común y mutuo acuerdo y respeto.
“Amar no es perder la individualidad que posees ni torcer tu visión del mundo, es reafirmarte junto al otro y crecer de a dos, siendo únicos y distintos” (Walter Riso)
La adaptación es difícil pero no imposible si hay disposición nacida de un verdadero amor. El amor si es verdadero nunca se acaba sino por el contrario se fortifica.
El amor de pareja debe sostenerse en cuatro bases fundamentales: Diálogo, comunicación, confianza y respeto.
|
|
0 comentarios:
Publicar un comentario
Agrega tu comentario